Sutra labial de una noche de verano de Paul Forsyth Tessey

enero 31, 2018 Sergio Gómez Reátegui 0 Comments






Sutra labial de una noche de verano

A la Sibila

Yo voy a decirte rimas,
tú vas a escuchar risueña […]
escucharás mis canciones
fija en mis labios que tiemblan.
Rubén Darío

                              I

Dónde ojos oh tú don de ojos & estrellas
para más mirarte en el laberinto
& así burlar la alta garra de la muerte

si toda sombra es luz despavorida
& resulta del abrazo de los seres en las eras
entonces llevarte a mis pupilas
& en sus fueros cribarte luna
será este don de mi regazo purpurado

dónde ojos para abrir la boca & trinar
los cantos & alabanzas
sino en mí que llevo
como una flecha de canela el fuego
a la piedra

oh tú don de ojos & senderos
alzadas te sean las alas & que los días levanten
sus auroras en tu nombre
que pletóricas te sean su lluvia
& sus rocíos
& que los astros laminen
de tímpanos las cosas para que todo cuanto
late en la naturaleza
de mis sueños
pueda oírte & sorberte & luminarte pluma
en variedad de aves

que dulce te sea la seda cuando sus hilos
viajen como hilachas de energía
hacia el férreo retoño de los corales

los ojos que fueron hechos
todos de rojos abrojos exceden la contención
de los párpados
en el esplendor del verano
si hadas relumbran aguas
que sorben trinos los rebecos
luego de pastar de nubes las transparencias
de mi mente
donde desnudas de hojas
las migrantes carnaciones de las formas
que flor te forman en mis pupilas
para que todo por fin se cumbre

dónde ojos
en el espejo de mis palabras dónde ojos
si en vano pasan los huesos
por el arco del día
& se alinean las espigas
en la merced del viento

dónde ojos sino en mí
si todo en ellos comienza
& pronta & célere & nítida habitas
toda tú sus pulpas

oh tú don de ojos dime dónde
dónde sino en mí
la solución del relámpago
será tus pulpas liberadas
en el laberinto de mis pulpas relamidas
si todo se ubica
en el mundo como una amarilis de obsidiana
& tiene tus ojos & bebe de ellos
sin caos concebido
sin frío ni silencio fugitivo

oh tú don de ojos
donde mis ojos se trenzan verdísimos los tuyos
surgen diamantinos

                              II

Que túrbense de lotos los linguales al mirarnos
cuando levante yo los labios & el sonido
del viento deje la chueca palizada de mis dientes
hacia la orilla de tus lóbulos dormidos

mi lengua dirá entonces aves
& las aves se acodarán como hormigas en torno
a la miel que orejea en el borde de las flores
si el instante de la pluma se acentúa

mi lengua dirá entonces luz
& luz trizará la grama de la sombra como pulido
resplandor haciéndola añicos cuando
tu nombre como astro pronuncie en silencio

mi lengua dirá entonces yelo
& el agua volará en el anillo del recorrido
a sí misma & las nubes llevarán sin desplomarse
su promesa de río por todas las praderas

si la naturaleza del amor es el amor dos veces
entonces en mis labios te llamo de día
en mis labios te llamo de noche & el doble fuego
que promete cenizas

no se acaba no se acaba no se acaba
ni se duerme sino que fluye nomás
como la piedra cuando canta con la rosa
en el camino del viento pero

dejan mis labios los súbitos florecimientos
dejan mis labios los jades acantilados
dejan mis labios la miel adolescente & las espigas
dejan mis labios las diáfanas cabelleras de los días

mi lengua dirá entonces racimo
& los racimos se abultarán en la prensa
de tus labios sus líquidos haberes habrán de abrir
el vino & pronto el éxtasis

llegará a nuestras papilas & nuestras manos
dirán abrazo trenzando yemas & pellejos
& nuestros dedos buscarán la criba del curvo
anís que cual astro desciende el intersticio

de carnes que sin tocarse se tocan
& sin saliva se lamen con los ojos con el polvo
& con el alma se miran en mi mente
hacia el odeón ultramarino que la espuma

si mi lengua te crea en el jardín de mi boca
& detecta cada peca & cada pedacito
de ti flamea en ella si te canta & arcana en ella
si te pide silencio

& tú sin más arribas & pías & creces
insólita como una realidad de larvas & azucenas
como un sortilegio de espejos
donde se tocan las gacelas donde se yantan

las praderas & se astran amorosas
las retamas que regresan a sus semillas
& toda tú oh don de ojos toda tú
como única verdad en la experiencia del sonido

& entonces el pequeño atardecer de la vida
moridora se habrá perdido en el fragor
de algo parecido a un sueño que a mis linguales
llegó parido & por parir

                              III

La noche se ha detenido perpetua & generosa
en este punto de las máscaras & los furores
que caen como terrones olvidados por la cósmica
grava cerrándose mas liberando de luz el bosque

para que la constelación de corzas surja
de los meandros estrellados & dejen sus guaridas
los cometas volviendo a casa de la nocturnidad
donde son siempre élitros a cuatro patas

de modo que el durante de la noche es liviano
peso en las orejas animales que desarraigan
los arcanos & el estío se anuncia
en las olas de calor al que se inclinan los verdes

la lluvia rompe entonces en los altos recintos
& brota dulce sobre las cabezas alboradas
que ruedan hacia las aguas del río en la festividad
del umbral luego del primer paso:

la oscuridad se cierne oscilando de silencio
la sombra recoge en su regazo de hielo las parras
todo se prepara para el poema que sigue
las riadas del sonido de las harpas & las plumas

que son árbol & son tripas & son vacío
esperando el fragor del viento esperando el fulgir
de los fanales en el tempestuoso céfiro alrededor
de los inciensos para que gota a gota

el corrido de la borrasca amaine el corazón
de las frutas & se posen como pájaros los rocíos
en la diástole que sístole encamina las ascuas
tenebrosas de la noche a los manantes

para que todo se calme en la tiniebla
para que todo se yerga de ternura
en esta sombra que reparte flores para que todo
yazga en la brisa armoniosa que escande oro

alfombrando el camino donde miríadas
de corzas escriben con pezuñas la astrología
terráquea de mis palabras en todos sus sonidos
para que dos boquitas jueguen al concierto

de las horas bajo astros que observan el talismán
diamantino de tu nombre en todas sus auroras
leído por mis ojos en el arco argénteo
de mi nombre en todas sus orillas & serpientes

& crecen los rumores como esferas silenciosas
& se estruendan los cogollos desgranándose
veloces de polen en las coronas de las flores
para que luego la luna de madréporas

& ramos estalle como chispas carmesíes
como blondos chorros de savias blanquísimas
& toda tú & todo yo gloriados los linguales
formando eses los arrullos lisando

la noche en sus lirias cabelleras de estrellas
la noche como siembra & liberación de corales
la noche a través de las flautas
la noche como fuente de abejas & obsidianas

de su tramado melífero brotan los susurros
que el calor condensa de fuego para que todo
hacia la cima del verano hile el sueño del tú & yo
& las campánulas que hadan los arroyos

                              IV

Los hilos sagrados del verano las fibras
los tejidos que la energía estambra sin principio
& la embestida del calor
como de lluvia de fuego
espuma que invisible arroya
las materias que oponen al fragor
de sus asaltos
los linderos de su haber:
la carga de agua novedosa
donde se guisan
las cabelleras & los pellejos chamuscan
sus partículas selladas
si todo es lugar para el delirio
& la lluvia canta chorros
en la estación de la flor
la humedad inmersa en el sensual medusario
de nuestras manos & pupilas
pronto nos llama
al espejo & en el espejo bullen las constelaciones:
todo es leche & estrellas
en mis ojos todo es beso
que se labra orilla & ara hecha espejismo:
el verano continúa
su marga marcha diaria
& lilas florecen en sotos
que raman de cogollos sus arcos rayos
& nimbados jacintos
donde resuenan las frecuencias
si toda materia modula sus partículas
& luego se llena de espejismos
en los poros bajo la anciana ley
del estío:
los vapores los inciensos
las sacras corolas de humo que vuelan
la aurora siempre verde
& las riadas de duendes
que dejan sus guaridas
para invitarnos a bailar en el poema
de noche palpitando la sábana
de día purpurando avenas
en la estación de la luz
porque este es el punto de la entrega
de los granos a la tierra
la siembra se yergue al poder que la conduce
& el viento corre libre
entre una & otra ráfaga de calor
si los cuerpos buscan agua & solo hallan cansino
turulato & desmedido sol
como hermano abrasador
que nos envuelve
en sus manantes oblicuos
la materia puesta a prueba
& la templanza & la resistencia al embate
puestas a prueba
pero este es el verano & aunque abrase el voltaje
de su entrega
el viento corre en los trigales
sin perturbar el sueño de las espigas
& entonces todo se hace propicio
para elevar la lengua
& poner en movimiento los rituales
del canto:
la sensual aforística de mis palabras como arena
libre ante el imán
de la belleza formando
sin saber tus ojos & tus labios llamando sin saber
tu nombre de perfumado rebeco & luz

                         V
                      Envío

Dónde ojos oh tú don de ojos
para más mirarte sino estas palabras
que como un collar de aves
que te cantan he puesto en el espejo
irrepetible del verano: esta ráfaga
de luces & rojos abrojos
que buscan sin más tus pelos
cardando sueños para mejor arder
la tempestad de la contemplación
bajo esta lluvia de timbres lisos
& para rimarte oronda con la cumbre
del calor & versarte las sutras
que arcana noche labien sin dolor
sino de ardicia ardicia ardicia
& fragor oh tú primicia & primor
& en el jardín del verano sean
para ti estos poemas mi don de ojos
para más mirarte como sorben agua
en los arroyos las gacelas
& luz recorre las visiones:


(de Yanantin, inédito)



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