Julia Ferrer embiste
Si alguna vez van en busca de libros por las calles de Quilca o quizás por el campo ferial de Amazonas y se topan con algún libro de Julia Ferrer (Lima, 25 de febrero de 1925 - Lima,16 de febrero de 1995),
no ofrezcan resistencia, levanten esa joya, paguen el precio que les pidan sin hacer remilgos.
Leer un libro de poesia de Julia Ferrer es un lujo que todos deberían disfrutar.
siempre he vivido asomada a mi balcón de agua
creyendo en los anfibios y hasta he visto sirenas
mudas
eso sí
pero no basta ver para creer
para creer hace falta dudar
y yo no dudo
me gustaba tanto vivir asomada a mi balcón de agua
revoloteando con las luciérnagas
dejándome devorar por algún animal
mojándome sólo si llovía
llorando sólo si llovía
muriendo sólo si llovía
sólo si llovía
no te mires en el agua que vas a quebrarte
pero mi sombra no morirá jamás respondía
mi sombra siempre escuchará tu flauta
tu garza
tu magnolia
tu flauta
mi sombra siempre danzará con tu luz
sin embargo yo la vi ahorcarse
envenenarse
degollarse
ahogarse
quemarse
pero mi sombra no morirá jamás
danzará siempre con tu luz
aún colgada de los pies
danzará siempre con tu luz
siempre he vivido asomada a mi balcón de agua
creyendo en un visitante que nunca llegó
y hasta he visto sirenas
mudas
eso sí
Hay un color en el cual ya no puedes detenerte
cómo se llamará dios
debe tener el pelo crespo
debe parecerse a
ti
nunca firmará una carta
quiere permanecer en el incógnito más perfecto
tal vez usará lentes oscuros
o sea
mi dentista o la propia caries
por qué esa manía de hacerse el raro
de actuar por medio de terceros
en el más riguroso incógnito
burla a sus acreedores
él
que no perdona una deuda
todo esto lo divierte
(alguna vez lo hará bostezar)
se limpiará las uñas
disimulará un eructo
dejará plantada a la novia
perderá en el cachito
o trampeará si lo dejan
llegará justo a la hora del almuerzo
tomará sus vitaminas
dirá
por qué he nacido
cómo sería mi madre
tengo ganas de llorar
nunca me casaré
soy un sentimental
tal vez algún día me suicide
(se enternecerá de nuevo ante la idea)
cómo se llamará dios
cuál de mis amantes habrá sido
poema
y yo
que todo lo hago realidad
me enredo mucho
con el vaho de los hombres
y es
que la vida a bocanadas va
pero en el fondo
mi corazón
sufre
y pisa almendras
y no solo eso
sino también
el miedo
de aquel remoto esclavo
que se escapó del cielo
tomó la vida
como quien va a su casa
me dejó está piel suave
y se ocultó detrás de la cortina
mientras su sangre goteaba en
el teclado
el fugitivo aquél
mal fugitivo
osó mirarme cara a cara
¡y todavía tenemos para rato!
de un posible barroco retorno
Cuando de un posible
barroco retorno
resurja el arcángel de la media mampara
en tropiezo verbal (atropello)
de filigrana y garúa
cuando
quebrando espejos los vampiros
tú puedas evocar
lo que él
lo que yo
navegando en mis cisnes
sin aventura
engalopados
y nubes boquiabiertas de placer dormido
Yo
la de siempre
hasta azul o la partida
resucitando a medias
con mi cariño a cuestas (carroña)
domingado y huraño
Porque
la vida no es de todos los días
es a ratos
no más
es
a como puedas
&
encima de los pétalos dormidos
mis caricias vacilan
tocarlos es profanar su sueño
pero cuando los miro ya caídos
cadáveres que oscilan
me inclino los beso
&
tú sientes que las narices se te llenan de pus
y que la tierra es por todos lados toda
y que el licor ya no te arregla nada
y que el amor
y que
por supuesto era una niña con tanta curiosidad
que salía derrotada
a cada instante derrotada
esa esfinge me está esperando
que espere
mi dimensión exacta
cuando (cuando) con mis propias manos
enmohecidas escarbe tu seno infatigable
tu seno silencioso e incesante
cuando me trague tus abejas
buscando la miel
esa miel que sé que existe
aquí en mi sangre
y no la encuentro
y no la encuentro
yo quisiera que mis cartas nunca tuvieran respuesta
así podría echarle la culpa al cartero
porque es preciso echarle la culpa
sino te encuentras tú mismo culpable
son tan imbéciles
somos tan imbéciles
caer en las manos
caer en las fauces
cuando comienzan a digerir te
y a cagarte
ya eres mierda ¿no?
pero la respuesta no llega
y ya no tengo prisa
y me voy
porque me estoy perdiendo de vista.
"No sé por qué suerte de hechiceria encontré en mi carpeta un libro muy viejo y le faltaban páginas: era un poemario de Omar Kayam. Bastó que leyera un fragmento, para comprometerme definitivamente con la poesía. Este deslumbramiento se produjo una mañana de abril, en una pavorosa clase de aritmética. Esa noche no pude dormir agitada por nuevas vivencias y sensaciones".
Julia Ferrer.
1 comentarios: