Tres poemas inéditos del autor de Revólver Escorpión; Juan Romero Vinueza

noviembre 19, 2017 Sergio Gómez Reátegui 0 Comments



Wislawa Szymborska o la voz silente bajo un escombro



he cambiado mi voz miles de veces  

las invasiones no sólo cambian las banderas  
y los límites de los países
  
también son cárceles del lenguaje  
la voz de una anciana 
es igual a la de un epitafio inconcluso  

la voz de mi pluma 
se desvanece  
escondida en una ciudad sin tiempo  

tengo todas las voces del mundo 
marcadas sobre las letras de mi nombre vacío  

he aprendido a nombrarme / me he obligado a ser feliz
aún sin tener flores en casa  

la voz que escuchas / lector / 
no es más que un eco de gritos intraducibles 
de trompetas que no cesan 
de poemas que aún no han sido escritos  
la voz que emito 
es un animal hecho de escombros  
en busca de una palabra de auxilio  

el camino hacia la verdad 
está enclaustrado bajo el yugo  

de una voz 
                                                      que desconoce el futuro 
                                                                                 destruye el pasado 
y desconfía del presente  


               

Christophe Tarkos o la palabra que vuela  


la palabra está viva                                                                         en el aire 
se crucifica a sí misma cuando es repetida por un locutor extraño  
la reiteración de mi idioma lo hace bello   

una palabra es una isla que se reconstruye luego de un sismo  
camina solitaria por un mar que desconoce pero que la rodea todo el tiempo  

mi palabra es tiempo 
mi cabeza es fuerza y velocidad  

transito sobre mis letras sin saber cuáles son 
animo a mis manos a destruir el papel que cosifica 
mi lenguaje  

no existe el verdadero poeta / dios no es más que una palabra: 
un sonido  
es más importante  
que una grafía  

soy cambiante / soy palabra volátil        
poema que se reescribe 
en cada lectura    



Francisco Umbral o la vanidad  


una cosa es creer que se es  
el escritor más pura raza de todos  

otra / diferente / es serlo  

no sé en qué parte del camino me perdí  

lo que sí sé es que puedo seguir nombrándome 
toda la vida / sean –o no– ciertos mis postulados  

ver mi nombre atiborrando las tiendas no me hace un mejor humano-ciborg /  
quizá sí me haga más feliz / quizá sí me haga poseer más dinero y mujeres 
ojalá sí me dé algo de 
sosiego barato  

en todo caso / la cuestión está en procurar verle el lado amable ridículo al asunto 
la más grande virtud que tiene el hombre (¿nombre?) sabio es burlarse de sí mismo  

pero 
vamos que no es tan malo ser vanidoso 
al menos yo sí le gano la batalla al espejo 

jaque mate  
(o eso creo) 

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Poemas de Giuliana Llamoja

noviembre 13, 2017 Sergio Gómez Reátegui 0 Comments



EN CONSIDERACIÓN DE LA CARNE 
Estos largos pies de bronce capturan el aire
Se vuelven una vaina de sangre en el pecho que
Con las manos construyen la piel de mi cuerpo
El mediodía asimismo se filtra por la ventana
Sus ojos descalzos a la noche torturan
El resplandor que la vida desata es el resplandor que la vida se lleva y 
Esta ventana una puerta mal abierta
Sospecho que los límites de mi carne
Que los límites de su cráneo no serán hallados en ninguna parte 
Porque ninguna parte es un buen lugar para caer 
Melodías que exigen que abandone 
Cualquier grito que me sirva de resistencia
Los ángeles que conocen la demolición de mis calles son 
Cobras que aletean la tinta que desato
Cobras que cruzan mi cabeza abandonada a la noche
Con su bendición exijo el paraíso que poseo cada madrugada 
¡Que nadie intente profanar mi nombre!
Cambio la carne que me ofrecen o la náusea perdida por el fuego luminoso 
Por el infernal deceso
Por el grotesco y obstinado deceso de mi virtud
Espíritu aullido en el tumulto
Que doliente eres cripta en mis ojos
Hojarasca humeante que incuba el luto de mi lengua y
Su perfume
Un insulto que es fragancia en la hierba de la tumba
Donde mora el verbo solo 
Buitres abrirán el cuerpo 
Menos movimientos vivos 
Menos bulla para el espíritu
Poesía huye de mí ¡Sálvate! 
Silencio es de noche y las
Fieras guardan sus garras en un pozo que hiende ardientes gemidos 
En las paredes mis dientes encajan como cuadros
Y se retiran con los brazos o piernas de algún animal despedazado 
Estos cables disparan sables o flechas
Fragancias oscuras ganzúas con forma de retrato
Maravillada hago a cualquier dios un buen amante
Los fantasmas alrededor de la cama
Ser capaz de responder al misterio con otro silencio
Ser capaz de otro silencio conjurando calamidades
Siniestro desierto es el rostro de este hombre que
Sentado en su cabeza conserva la herida descompuesta 
Presagia legiones en tumulto 
Ningún paso entre las voces de la selva 
El silencio nada tiene que ver con mi vocación de fantasma 
Allí donde el sexo se detiene ofertando el amor entre los vivos 
Los agujeros de las momias se arrebatan cuajos de sangre
La noche y los cuervos que me habitan despiertan en la noche 
Y ella no es sino mi ruta el 
Único sonido cuando acepto que he nacido 



ANIMALES NOCTURNOS 
Has abierto la puerta pero no hallaste a Aleister Crowley
Escarbaste en el lecho de las vastas galerías
El jadeo de las antiguas y cálidas flores mutiladas buscándolo
La angustia ignota de quien va solo a la batalla del contagio con todo placer
Se escondió en el follaje sin tibieza susurrando su hambre
Y el goce de las desdichas que gritan el pecado de la bestia que liquidó el lenguaje 
De los cristianos que insisten en murmurar mis defectos
Y reconocer la perfección del vals
Que danzan los cuerpos con un bastón ilegible en su brutal extrañeza
Te conjuran
Tú que perseguiste el sacrificio de las águilas en el fuego de las sábanas 
Mírate aterido ebrio tras los sórdidos despojos 
Como el soldado que pacta con el enemigo
Entregaste mi túnica mi demencia pronunciada por
El ulular de los lirios torpe cuerpo de actitud temblorosa y 
Aquí estoy en 
Cada esquina como un monumento 
Graznando partituras perversas en la que copa que el 
Vino derrama
En las cenizas
Tras el inocente resplandor que ocultan las legiones de 
Ángeles coléricos de primitivos mortales condenados 
Por el salvaje instrumento de tortura que
Escarba en parentesco de los cuervos y los ídolos que 
Han hecho de su ruina un sudario destinado a
Secar la sangre armoniosa que recorre 
El albredrío de los ahogados en las legiones ocultas 
Para atravesar el cesped destruyo animales nocturnos 
Fieras sacrificadas por Aleister Crowley Imagino tus dominios 
El sendero que persigo
Hoy tomaré tus piernas las hundiré entre las raíces de cualquier árbol e Invocaré tu nombre
Bautizaré a tus hijos y los coronaré con
La baba que expulso en la orilla
Con la rabia que se inocula en la puerta que no terminas de abrir
Trataré de expresar lo que nadie sabe
Las abluciones y los remedios mágicos
Que harán de ti un hombre puro 
Y serás todo claridad
Tu origen bárbaro no te traicionará ni las palabras extranjeras que 
Pronunciadas por un gélido epitafio nos
Digan that is enough that is enough ya basta ya basta
Es la humedad de la desgracia el invencible relámpago sepultado en el lenguaje 
Donde te hallas desnudo y con frío 
¡Agitemos la hiedra de las paredes!
Los agujeros de los muros
El sermón de los curas que ahogan niñas para la ceremonia de su iniciación 
Y hay una mujer que canta
Cuyo eco madura en la fuerza de cualquier garganta
Con el ruido seductor de la belleza de un trueno en pie y 
Una estatua bendecida por las niñas ahogadas por los curas 
Con mi dedo rozo tu cráneo Aleister Crowley
La mitra que gobierna nuestra casa devastada por 
Aquellas vírgenes más puras que esta grieta 
Pero yo te llamo ven a mí y yo te llevaré a todas ellas 
Escanciaré vino en su sexo sinfónico
Alistaré sábanas blancas misterios gozosos
Cerraré sus ojos para siempre 
No quitaré mi mano
Estaré lista para impedir que profanen el sacrificio de tu eternidad 
Y no podrán con mi delirio
Porque es demasiado tarde para arrancarnos los ojos y 
Desmembrar esta córnea si intentan capturar mi luz 
Mañana tomaré tu cuerpo 
Escribiré con tus pies mi rostro mutilado por el tiempo 

Y seré más de una en la harina de tus huesos 

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Eduardo Cabezudo

noviembre 07, 2017 Sergio Gómez Reátegui 0 Comments


Croquis 

Usted está aquí 
Seguramente 
No escuchando esto que le escribo 
O tal vez huyendo mientras trato de invadirlo 
Refugiado en una de estas grutas 
Que desde el cielo deben parecerle a Dios 
Sembradas en su tierra 
Por una mano de creación desconocida 

Mírese 
Cuestiónese 
Y responda con rapidez 
Lo primero que le salga 
Será su ubicación emocional 
En este paraje de neurotransmisores 

Véase los ojos sin usar el espejo: 
Podrá sentir la forma y el movimiento 
Que definen esta roca parasitada 
Y la pertenencia q ue se divorciará 
Del hilo rojo que une la obligación a la divagación 
Para unirse a la de un espacio sin forma 
— Por lo menos infinito — 

No se confunda 
No me refiero al universo 
— Eso sí que es bastante finito — 
Hablo de esa capacidad que le cuelga hacia arriba 
Por encima de sus orejas 
Y que ha sabido desafiar a la gravedad con su peso 

Los ojos siempre están al frente 
Pero el bosque rueda a todos lados 
No se puede doblar la boca 
Pero se agita acuclillado en los rincones 
Lo diverso del trago y la comida 

M ire a sus costados 
Memorice las señales 
Camine 
Usted está aquí 
A la distancia más cercana 
Que se puede disponer 
De todos los errores cometidos 
Para organizarlos en orden ascendente de placer 

Cierre los ojos y escúchese: 
Los mapas no tienen voz 
Y todas las equis forman clubes 
Donde se discute lo diferentes que nacen de las cruces 

Usted está aquí desplazándose 
Sin encontrar fidelidad en sus recuerdos 
Son inmensos los espacios vacíos 
Pegajosa la necesidad del olvido 

Usted sigue aquí 
Destruyendo los instantes 

Jamás lo conoceré 
Aunque en el futuro compartamos un abrazo 
O nos toquemos las manos hurgando en nuestros cráneos 

Estamos ahora aquí 
No solo compartiendo nuestro espacio 
Sino un momento que nunca 
Volveremos a tener 


Un poema dadá que me nace d el bobó 

Renuncio al poder de mi dedo pulgar y de mis orejas 
Renuncio a la clase interactiva y a distancia 
Renuncio a mi membresía en la revista de jóvenes anarco - progres herederos de sus abuelos 
Renuncio al poder de lo conversacional 
Porque la estación de mi desamparo ególatra 
Exprime mi glándula salival en presencia de lo exclusivo 
Porque adoro adolescentemente el color negro 
Pero no me gusta andar de luto 
Porque para eso uno tiene que odiar demasiado a sus padres 
Y soportar la idea de mantenerse en un cuarto 
Hablando con un desconocido 
De las verdades de los mandalas 
De los círculos con florecitas 
De las piedras el licor y el kerosene 
Cuando el humus ocular ha reconocido en ellos 
Una trampa de la naturaleza para perpetuar la especie 
Todo lo redondo term ina siendo idéntico 
Por eso aro y siembro las aristas 
En todas las acciones de mi oficio 
Baño perros y gatitos 
Tan solo por el placer de sentir sus músculos 
Naturalmente tensos 
Su pelaje delgado y su vientre suave 
Las uñas gruesas o afiladas llenas de tier ra verdadera 
La rigidez de sus hocicos 
El agradecimiento que se escapa a la dictadura de nuestro lenguaje 
Una vez tuve que atender a una iguana y aluciné con convertirme en poeta 
Dime cuál es tu poder mutante 
Y te diré de qué pie cojeas 
Quiénes son tus ene migos y dónde beben sus secretos 
Como este poema dadá que me nace del bobó 
Tiene una linfa limpia y nadie le agarra el micrófono 
Esas cosas que se rebelan solas 
Cuando nadie te reconoce en la calle 
Cuando te objetan la calidad de un flyer porque no se dist inguen las letras 
Cuando tu vocación solo despierta siete minutos 
Cada veintiocho días 
Y tu hambre se saca el polo para agarrarse a golpes con tu presbicia 
Cuando nadie entiende el poder de lo random 
Porque te confunden con un futurista sin tomar en cuenta el peso de la experiencia 
La acción mística veterinaria 
También soy pintor 
Cultivo el mítico arte de la astrología punk 
Pero esa es una historia que solo se termina 
Gracias a un orden que el día de hoy 
Nos hace mucha falta 


Tercera generación 

Mi abuelo sonreía distinto al resto 
Con el temple de saber siempre por qué lo hacía 

Hoy que estoy en edad 
De que todos mis amigos me hablen de la gracia de sus retoños 
Que dijeron mami o papi tres veces esta mañana 
Que sacaron la lengua 
Le sonrieron a la tele en pl eno programa de las ocho 
Se tomaron su primer selfie 
Son unas balas 
Súper inteligentes 
Reconocieron sus propias heces y el olor de su bacinica 
Ya caminan 
Y se sientan 
Y vuelven a caminar 
Se muerden los dedos de los pies 
Come con una mano y con la otra escribe en francés 
Recita a Rimbaud 
Y ordena poemas dadaístas con dialéctica precisa 
Sorprendentes niños perfectos 
Prometedores 
Índigos extremos 
Destinados a cambiar el mundo 

Y recuerdo que mi abuelo sonreía cada vez que me observaba 
Enfocado en mirar el vacío 
O salvando a una hormiga de atravesar la sala llena de gigantes 
Y retornaba yo a mirar el vacío 
Sueña demasiado este chico 
Se reía 
Quiero creer 
Como quien miraba a la esperanza 
Y regresaba a hacer hígado frente al noticiero 

A mi abuelo no le gustaba n los niños 
Yo 
Por el contrario 

Le caía muy bien 

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Poemas de Erika Martínez

noviembre 04, 2017 Sergio Gómez Reátegui 1 Comments


ALBADA VERTICAL



Escalador de mi fachada,
artesano del aire,
el hombre que contemplo
ensaya técnicas de altura,
conoce con sus manos la ciudad.

Cada mañana posa sus zapatillas de ave
sobre mi alféizar:
desciende sistemático, puntual
como las pesas de un reloj de cuco
y remueve con su cabeza
la paz de mis cortinas.

A veces imagino que su arnés,
celoso de mis besos, le retira el abrazo.
Mi amante vertical me mira entonces,
suspendido un instante entre las nubes,
y se esfuma
dejándome un rumor de cuerdas.

(Color carne, Pre-Textos, 2009)



LA CASA ENCIMA



Tantos siglos removiendo esta tierra
que atravesó el ganado
y alimentó al ganado y a los hombres
que regaron esta tierra
con el curso negro de su sangre
-la sangre cambia de color
cuando sale del cuerpo-.
Tantos siglos alineando ladrillos,
aquí hubo un establo
sobre el que se construyó una iglesia
sobre la que se construyó una fábrica
sobre la que se construyó un cementerio
sobre el que se construyó un edificio
de protección oficial.
Tantas mujeres fregando sus baldosas,
pariendo en sus baldosas,
escondiendo la mierda debajo de las baldosas
que pisaron sus hijos ebrios
y sus sobrios maridos
que trabajaron y fornicaron
por el bien de un país en el que no creían.
Tantos siglos para que yo,
miembro de una generación prescindible,
pierda la fe en la emancipación,
mire el techo de mi dormitorio
y se me venga la casa
encima.

(El falso techo, Pre-Textos, 2013)


GENEALOGÍA



El día que me atropellaron
mi madre, en la consulta,
sintió que le crujía
de pronto la cadera,
mi hermana la clavícula,
mi sobrina la tibia,
mi pobre prima la muñeca.
Les siguieron mis cuatro tías
y mis firmes abuelas,
con sus costillas y sus muelas,
con sus sorpresas respectivas.

Entre todas, aquel extraño día,
se repartieron
hueso por hueso
el esqueleto
que yo no me rompía.

Les quedo para siempre agradecida.

(Color carne, Pre-Textos, 2009)



AFORISMOS



Todo corredor quisiera esquivar la meta.
*
El lector codicia esa ráfaga.
*
Somos capaces de sentir con cada parte de nuestro cuerpo. Quisiéramos poder pensar de esa manera.
*
En el aire hay tres tipos de pasajeros: los que desconfían de las máquinas, los que desconfían de los seres humanos y los que desconfían de la metafísica.
*
La grieta urgente del cascarón quita el sueño a los que van a morir.
*
Rencorosa y nostálgica, la civilización construye una pequeña ciudad dentro de cada bosque y un pequeño bosque dentro de cada ciudad. Se repite este ejercicio hasta el infinito en el interior de cada persona.
*
Todo el mundo cae. Sólo en algunos permanece la altura.
*
El arte se desvía para alcanzar el centro.
*
Un padre y una madre son una deuda que nos hace ricos.
*
Los hijos caminan hacia nosotros alejándose.
*
Perdonar como quien repuebla un bosque.
*
Una larga convalecencia engendra novelistas. La proximidad de una catástrofe, poetas. ¿De qué agujero salen los aforistas?
*
Construir una voz es defraudar expectativas.
*
El pincel atraviesa lo que pinta y, sin embargo, se dobla sobre el lienzo.
*
El mar es un monólogo interior.
*
Hay inteligencias tan fértiles que no se bastan con germinar en sí mismas y piensan incansables de cabeza en cabeza.
*
El secreto que más nos pesa es el que no tenemos. Inventamos secretos para sobrevivir.
*
La literatura pone de nuestra parte al dolor.
*
Sólo la juventud es suficientemente osada como para escribir aforismos, sólo la vejez suficientemente sabia. Los aforismos son un género imposible.
*
Los ejemplos golpean al pensamiento abstracto. Aforismo: hematoma.
*
Todo aforismo exige su refutación.

 (Lenguaraz, Pre-Textos, 2011)

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"No siga ese pájaro" De Martín Zúñiga

noviembre 01, 2017 Sergio Gómez Reátegui 0 Comments

Oscura golondrina

Yo le di mi corazón. Saqué mi corazón y se lo puse en la mano.
Vicente Luis Mora

La situación es esta: estoy en casa, 
he lavado los platos sucios 
juntado al sonido en un cajón del armario 
guardado tu porción de cena en una olla 
y sin muchas ganas prendí la televisión. 
Entonces se ha hecho de día. 
Entonces aún no has llegado. 
He calentado tu porción de cena y sin ganas 
almorzado. mis ojos se han cerrado, 
me he despertado casi cada hora.
Limpio un poco pongo el sonido en su sitio
rebusco algo para la cena. serví dos platos 
con un mantel nuevo. Han cortado el fluido eléctrico 
otra vez y otra vez el mechero la noche y la sed 
se encienden. tengo la tentación a ratos de salir a la calle 
a esperarte, tomar el sonido entre mis dedos reventados
sentarme en la vereda entre la fría madrugada. 
Entonces has entrado por la puerta de moscas, 
tirado las llaves y las balas sobre la mesa 
encendido el sonido y sin mirarme has flotado 
hasta la habitación y luego de tumbarte 
sobre la cama poco a poco has vuelto a ser tú 
y yo he hecho como si no me hubiese fijado.



País abierto

a Alarico, todista

mi país es tan pequeño que si me levanto
por el lado izquierdo de la cama
ya soy un extranjero. mi país 
no tiene más que una estación solo de salida 
de buses. en mi país cuando trajeron 
un cristo crucificado para la única iglesia
tuvieron que cortarle un brazo para
que entrara. en mi país los días
duran la mitad. y la gente tiene
herramientas que a la vez son una taza
un taladro una espada un tambor una silla.
para que la comida dure el doble
comemos frente a los espejos.
ahora que viajo me doy cuenta
que solo se puede hacer bien el amor
en mi país. cuando vino la sequía
nadie se dio cuenta. cuando llegó
el invierno incendiamos la iglesia
y creamos al menos tres religiones más.
mi país tiene la misma cantidad
de alfabetos que de personas.
al miedo no lo conocemos pues hemos
sembrado tanto horror en el mundo,
que solo le tenemos pánico a dormir
porque en mi país nadie sabe
convertido en qué se puede despertar.



Papas y camotes

a Toño, maroquero

cuando cocino el sabor depende
para quién sea y qué tal me caiga.
cuando cocino para mí, por ejemplo,
todo me sale feo, quemado y triste.
cuando cocino para mi madre
todo sabe a leña verde y recojo violetas
en el camino para adornar su lápida
pues como todos saben mamá no está muerta.
cuando cocino para mi padre hay mucho ajo
y pólvora y clavos y esquirlas de mercurio.
cuando cocinamos con mi hijo él dice
que todo le gusta porque él cocina más que yo.
cuando cocino para mi amor estoy distraído
y estas llagas en mis manos son de agua
helada y aceite hirviendo pues las estrellas
son difíciles de sazonar. 
cuando cocino para el Hombre 
al cual a pesar de todo le tengo fe 
las papas saben a papas 
y los camotes, a camotes.



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