Cecilia Juárez embiste
No estoy lista para la roca
no estoy lista para la seda
no estoy lista para el amor
no estoy lista para la desesperación
el cocido lógico, el instante
el mantel sucio que vivía en sus ojos
las garras de dios
la profundidad dudosa del océano
el cuerpo
qué difíciles son los afectos y qué agudos dolores son
las plumas de ese invertebrado que se llama
odio a tus semejantes
no estoy lista para la recuperación
para sanar las heridas de mis antepasados.
no soy la policía del karma
mi ingrediente secreto es
un hilo que halo y me remite a mí misma,
al edificio que fui en otra vida
a las habitaciones que me hicieron abrir las terrazas
y saltar a los pies
de cierta estatua
que tenía en los ojos manteles sucios
no estoy lista para morir por nadie.
no estoy lista para el amor.
Cosas que mis perras nunca me dirán
qué has hecho de tu vida
cómo te atreves a verte de tal forma
eres despiadada con este intento de control
por qué odias a la policía
deja de decir que no te gustan las películas de acción
métete en tu molde
no te salgas
deja de escupir al cielo
dios existe
el gobierno te protege
el patriarcado ha llevado al mundo por buen camino
deja de comerte las uñas
ya no engordes
necesitas un marido
eso no te importa tú qué vas a saber
nunca escaparás de acá
te vamos a dar fuerte
ya por lo menos ten un hijo
deja de ser tan garrapata
ten una buena camada de criaturas
se un ama buena
haz la cama
no eructes en voz alta
rómpete la espalda en la cocina
busca la aceptación del otro masculino
busca la atención del otro masculino compite por ella
desvívete
cállate hocicona
deja el vicio
sigue la línea
obedece
obedece
obedece
Epílogo de Danza de los estorninos
Total
que este pájaro entra en un bar
se apuesta en la barra
pide un trago
una mujer lo mira de soslayo
inmutable bebe su cosmo
soslayo-cosmo-soslayo
tira un camino de migas
que conduce hasta su mano
donde esconde una jaula enjoyada
el pájaro se acerca
el pájaro y ella
se hacen de palabras
se sacan los ojos pero era un juego
recogen sus ojos del suelo pero era un juego
toman los ojos equivocados pero era un juego
se marchan atesorando un par de ojos ajenos
pero era un juego
ambos juran algo antes de salir
apresuradamente
esperemos que lleven sus cegueras
hasta las últimas consecuencias
Dedicatoria
a los que nos gritaron navajas
a los que nos abandonaron en medio de la noche o de la nada
a los que pasaron de largo con sus sonrisas a bordo
a quienes nos omitieron, nos borraron, nos esquilmaron
a quienes pusieron la vista en otro sitio
a todos los que pusieron vidrios sobre el suelo que pisamos sin más intención que desplazarnos
a los que nos estorbaron el camino
a quienes nos persiguieron con cuchillos, nos patearon,
a los que miran desde arriba las hordas que poco a poco construimos
a los marcados por el dedo divino
a los que escribieron las leyes en su cuaderno privado
a quienes los escoltan
a todos aquellos que nadan en piscinas llenas con la sangre de los hijos de otros
a quienes se bañan en leche de animales que mueren despaciosamente
a los que dictan, escupen y luego abandonan el edificio entre autos que nadie toca
a los insignes hijos de la patria que vendieron a su madre para salir mejor en las fotografías
a los que apuñalaron el rastro del dolor y acusaron a miles de paranoia
a quienes nos han colgado de cuerdas infinitas para tocar su piano
a los que debemos escalar
para lograr morir o escapar que es la misma cosa
a todos quienes nos han hecho daño
Cecilia Juárez.
Cecilia Juárez (México, 1980) Estudió literatura en la Universidad Autónoma del Estado de México. Ha publicado: Muerte para el coño dorado de Lavernia, (Mirabilis, 2006); No te desanimes, mátate (Diabluras, 2013); Bar Karaoke (Mirabilis, 2014); Lobos en un corral de lobos, (Mantra, 2016), la plaquette No estoy lista (El Humo, 2016) y “Fábulas serie B” (Diablura, 2017). Ha sido incluida en diversas antologías de poesía. Es locutora, guionista y productora de radio.
La palabra engaña, dice puño cuando es mano, voz cuando es silencio. Cómo puede nadar una voz que abreva del pestilente manantial? No lo comprendo.
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