Mario Florián

mayo 26, 2020 Sergio Gómez Reátegui 0 Comments


MARIO FLORIÁN.

Por Roger Santiváñez.

Me tocó conocer a Mario Florián, una vez en el taller de poesía de San Marcos, invitado por Marco e Hildebrando en esos bacanes días en que yo era asiduo.

Por supuesto que Mario -en un momento- nos leyó su lindo y archifamoso poema "Pastorala, pastorala, mas bella que la nieve en la mañana" de su libro "Urpi" con el que renovó -con gran dulzura & calidad- el indigenismo poético en el Perú.& que yo había leído con devoción en su Antología publicada por Casa de la Cultura hacia 1970.

El querido Mario era una persona sagaz, con chispa andina, a quien volví a ver a fines de los 70s, en los días de la tremenda huelga general del SUTEP que remeció los cimientos de la dictadura militar de Morales-Bernudez.

En esa época Mario Florián, leía en todos los mítines su rítmico poema "Al Sutep combativo" arrancando palmas revolucionarias a decenas de miles de maestros a lo largo y lo ancho del Perú.

En los 80s lo ví por última vez, una día que fuí a su casa de Pueblo Libre a entrevistarlo para el dominical de La Prensa donde yo colaboraba gracias a mi amigo Nilo Espinoza Haro. La pasamos muy bien esa tarde. Allí estaba el querido  "Cabeza de bala" como lo llamaban cariñosamente sus patas.

Mario Florián ocupa un lugar importante en el proceso de nuestra poesía en el siglo XX. Por eso he escrito -ahorita- este post en su homenaje. Siempre en poesía.


Pastorala

Pastorala.
Más hermosa que la luz de la nieve,
más que la luz del agua enamorada,
más que la luz danzando en los arco iris...
Pastorala.
Pastorala.
¿Qué labio de kukuli es más dulce,
qué lágrima de quena más mielada
que tu canto que cae como lluvia
pequeña, pequeñita, sobre flores?
Pastorala.
Pastorala.
¿Qué acento de trilla-taki tan sentido,
qué gozo de wifala tan directo
que muden en cenizas las entrañas,
como quema a mi pecho tu recuerdo?
Pastorala.
Pastorala.
Al gavilán le dije que te quiera,
y a zorro y a puma que amen tus ovejas.
Y puma y gavilán y zorro, desde
entonces, son palomas que te cercan.
Pastorala.
Pastorala.
Por mirar los jardines de tu manta,
por sostener el hilo de tu ovillo,
por oler las manzanas de tu cara,
por derretir tu olvido: ¡mis suspiros!
Pastorala.
Pastorala.
Por amansar tus ojos, tu sonrisa,
perdido entre la luz de tu manada,
está mi corazón en forma de alqo,
cuidándote, lamiéndote, llorándote...
Pastorala.
Pastorala.

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